La Galería-Fundación se encuentra en una casa que data de los años 50, época en la que Héctor García realizó su trabajo más intenso. Pertenece a la corriente arquitectónica funcionalista y fue reacondicionada por el fotógrafo y arquitecto Enrique Villaseñor.
Con la apertura del recinto, Héctor García se convierte en el primer fotógrafo mexicano que cuenta con una galería para su obra en la capital del país. Una casa comprada con el patrimonio de su familia que servirá para albergar más de un millón de negativos, producto de una vida detrás de la cámara.
El acervo se encuentra clasificado y en proceso de digitalización, e integra imágenes tomadas como la de Siqueiros en la prisión de Lecumberri, Tin-Tan en la ducha y Gloria Mestre danzando en las azoteas, entre miles más.
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